domingo, 2 de agosto de 2009

NHS (New Hair Style)

dudé, titubee, tuve miedo, me cagué. el intermitente vibrar de la desbastadora máquina amenazaba con amagues asolar mi cabeza. La apagué, miré pasmado el espejo: "sos un garca." Armándome de coraje y de un trago más de kaipiroska, hice buche y puse cara fea al borde de vómito, mi afeminada garganta no podía pasarla, asqueado escupí haciendo arcadas dicha bebida, tomé la máquina de nuevo, esta vez más decidido. Olímpicamente pasó y siguió de largo por encima de mi oreja, su vibrar de extremada potencia me ponía nervioso, me hacía sudar, el pánico se apoderaba de mi, pero aún así, la adrenalina aquella sustancia que nos hace hacer cosas muy estúpidas, fue el combustible de mi aparato motor. Por más arrepentido que estuviese de mi nuevo peinado ya era tarde para lamentarse, es un buen consuelo. Me preguntó que dirá papá cuando vea que su prolijo hijo parece ahora un demente, otro consuelo.