Más allá de que en un momento ninguna te va dar ni la hora, se arman en grupitos no superiores a tres para charlar de cualquier intrascendencia, está el riesgo de que en este mundo el nene cobra por las cagadas de las nenas.
Nada mejor que comenzar un 2 de mayo con un enfermo persiguiéndonos con su puto auto porque a una de las señoritas se le ocurre grafitearle la casa estando el loco enfrente, cuanta adrenalina! Quedamos paralizados tratando de que el tipo no se baje de su auto y me deshaga a golpes.
La luz de las calles estaban casi desiertas y la luz que las iluminaba era cálida y tenue (climax ideal para recibir una paliza!) y el tipo no cesaba de gritarnos (maldito gordo de mierda!)
Bueno hizo un par de maniobras, muy toscas por cierto, en su auto dio una vuelta y se alejó como si hubiese ido a buscar algo... Obviamente como cobarde inteligente las obligué a correr, esconderse en un patio delantero de una oscura casa y llamar un taxi y luego salir de nuevo esconderse e ir sigilosos a cada casa.
La verdad salvo por este encuentro la noche había sido una noche de mierda. De modo que gracias L! Gracias por convertir un depresivo sábado en una divertidamente paranoica velada!
Consejo amigo: nunca, pero nunca, salgas solo con niñas, estas te traen problemas de todo tipo dónde tu integridad física y moral se ven comprometidas. A menos que también tengas amigos dispuestos a todo en el grupo o midas dos metros diez por uno y medio de ancho y hayas hecho servicio militar en el MOSAD, sino ni lo pienses.
