El amor en los tiempos de lepra

sentí un escalofrío que se escurría a lo largo de mi espalda, el tiempo se descompuso congelando la imagen y la vida nuevamente me humillaba escupiéndome en la cara.

Conocí a Manuel hace ya cuatro años y es como un hermano, las tardes de las cuatro estaciones siempre juntos. A Mica la conocí hace un mes y medio, nos llevábamos bien y estuvimos juntos un breve tiempo, el suficiente como para que su servidor baje la guardia y se deje llevar por los impulsos nerviosos que implica estar levemente enamorado. Las cosas con Mica no funcionaron y se terminó todo en el correr de dos semanas, lo cual dado el cúmulo de malas experiencias por mi parte no me afectó mucho.

El mensaje llegó a mi dispositivo móvil distorsionando la salida a una noche de sábado meditante donde el vodka y la marihuana me dejaban en trances pensativos. Imaginarlos juntos me hacía sentir impotente, era el bicho más asqueroso, una cucaracha a la cual se debe privar de la felicidad. No lo sé, necesito ocupar mi mente en otras cosas, no voy a participar en la novela de la tarde y menos que menos ser parte del amor en los tiempos de lepra.